Los niños más pequeños necesitan mucho espacio para pintar, dibujar y hacer sus deberes. En cambio, los que entran en la pubertad y en la adolescencia necesitan una habitación que a su vez sea una especie de refugio donde tengan su intimidad y su espacio. Por eso, es importante que la habitación se adapte a las necesidades de tus hijos según su edad y que sepamos qué dormitorio es el perfecto para ellos.
Una vez llegados a este punto nos hacemos la siguiente pregunta: ¿elegimos literas o camas nido?
Literas
La principal ventaja de las literas es, sin duda, el aprovechamiento del espacio. Gracias a este tipo de camas podemos conseguir que el dormitorio quede bastante libre para que los niños puedan jugar y tener su espacio.
Además, a diferencia de otras camas similares como son las camas tren, las literas al ir una encima de la otra nos restan menos metros.
Una de las cosas a tener en cuenta a la hora de elegir las literas, es si disponemos de la altura suficiente en el techo, más que nada para que el niño se encuentre cómodo. En caso de que no sea así, existen literas abatibles que pueden resultar muy interesantes para estas circunstancias.
Por último, las camas no entienden de edad, pero es cierto que las literas siempre son más divertidas para los niños pequeños y las disfrutan muchísimo más.
Camas nido
Las camas nido son las más elegidas para los dormitorios juveniles. Gracias a ellas, podemos aprovechar totalmente los metros del dormitorio y disfrutar de dos camas en el espacio de una.
Por un lado, son muy útiles para habitaciones compartidas entre hermanos o, por otro lado, para jóvenes que quieran invitar a sus amigos a dormir y necesiten de ese espacio; en estas edades es muy común que se produzcan este tipo de quedadas entre amigos.
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